miércoles, 10 de octubre de 2012

Guardabarros y oxidación

Una vez desmontadas las ruedas y buscando una solución idónea para dejar las llantas de la mejor manera posible, continuo con los guardabarros. Los tornillos que sujetan los tirantes del guardabarros con la horquilla delantera están hechos un cuerpo, lo mismo ocurre con las pletinas que  sujetan el arco del guardabarro. Después de echarles aflojatodo, lijar, aceitar y todo lo que se me iba ocurriendo logré desatornillar solo un tornillo del par que va a la horquilla y otro de las pletinitas del arco, los otros dos se quebraron quedandose alojados en la horquilla y en una de las pletinas.

Proceso de limpieza de los guardabarros

- Detergente, estropajo suave y agua templada. Secado con trapo algodón.
- Abrillantado con limpiador para acero inoxidable, lana de acero super fina y trapo de algodón.
Tras el lavado con detergente






Tras la sesión de abrillantado
Tienen pequeñas abolladuras y bueno, como se trata de una bici mayor de edad, intentaré apañarlos dando pequeños contragolpes, pero para hacerlo bien ello necesitaría un martillo de cabeza redonda de chapista y una base dura pero flexible para golpear suavemente sin abollar. He leído por distintos blogs que una base de cuero grueso sería buena idea, dependiendo del espesor de la chapa; también otra operativa más compleja es presionar con ruedas de patines haciendola rodar por la abolladura, pero es un poco "trabajo factoría" para estas pequeñas fisuras, para una bici con historia y para mis inicios de principiante.
Las pletinas que estaban en la parte interior de los guardabarros tenían un aspecto, que bueno, muy maltrechas, las imágenes hablan por sí solas, tanto que la rosca anbaba afectada, ya que la herrumbre se hizo dueña de ellas. Y en cierto modo era normal, ya que podría asegurar que no se habían desenroscado ni lavado en décadas; como mucho, el agua de lluvia más el  "alimento contaminado" que contiene el asfalto.
Como perdí en la operación dos tornillos, me acerqué a una tornillería para buscarle sustitutos más alguna que otra tuerca nueva, y aproveché la ocasión para probar si la flauta sonaba y había algo parecido a ésto:
Pletina versión original
Los segundos de silencio que el empleado de la tornillería mantuvo en cuanto vió los tornillos me llamó la atención. Aparentemente son normales aunque la forma de la estrella es, digamos, amplia, ahora son mas ajustados. Para que aguanten más se los pedí de acero inoxidable, algo más costosos pero de esta forma trabajar con ellos será más fácil en el futuro y no se oxidarán (espero que tanto no).
Cuando le mostré las pletinas, me dijo que no tenían. A continuación me preguntó por el origen de las piezas:

- De una bici, del guardabarros de una bici.

En baño de Coca Cola
-  Pues con estos tornillos te van a quedar de lujo. Ahora bien, intenta rescatar estas otras metiendolas en Coca Cola, verás como se quita.
A mí esto del "milagro Coca-Cola" me parece una leyenda, de hecho una vez probé con una navaja Opinel de las antiguas y lo único que conseguí es que se pusiera negra (ahora podría aprovechar y pulirla, si la encuentro).
Y como nada tenía que perder mientras seguía con otras piezas de la bici, decidí sumergirlas en el estimado líquido... Dos días!!
Tras dos días de baño.
Más estropajo, la pletina inferior
Este es el resultado. La chapita inferior ha sido rascada con un estropajo, la otra (la del tornillo) aún no.
Se nota que ha eliminado algo de herrumbre, pero queda mucho por hacer si las comparo con las piezas que estaban colocadas en la parte superior del guardabarros y que mantienen brillo, tan sólo tienen con pequeñas picaduras que limando desaparecerán.
No tengo en casa un tornillo de trabajo y el proceso de limar estas pequeñas piezas pone un poco en riesgo los dedos, a pesar que utilizo guantes en todas las "operaciones". Los cepillos de acero son como puas de erizo y el óxido es el elemento a eliminar, no los dedos y tampoco es plan  que se quede en las manos pegado. Para optimizar un poco más el resultado opté por usar el mini taladro con una piedra de debastar para ver si al menos podía eliminar algo más de óxido. Sujeté las piezas con unos alicates y a darle con la piedra a las dos piezas por ambas caras. El resultado de la operación fué este.
Victimas, tras un buen trabajo
Falta sacar el tornillo y lucirla del todo
Tengo pendiente seguir marcando el cuerpo del tornillo roto haciendo más corte del que he conseguido con un mini disco de corte e intentar sacarlo. Si no funciona, tocará taladrar.
(El tronco de trabajo me llama, para poder trabajar con más comodidad, poco a poco).
El ingrediente principal es la paciencia, que se alimenta del progreso lento que voy observando al ver esa resucitación de piezas... aunque vayan colocadas en la cara oculta de un guardabarros.

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